El nitrógeno es un gas inodoro e incoloro, y la unión de sus átomos es tan fuerte que lo convierten en una sustancia muy estable. Estas propiedades lo hacen perfecto para ser utilizado en diferentes aplicaciones y para diferentes sectores, ya sea en la industria alimentaria, electrónica o en el sector químico, entre otros.
Por tanto, disponer de un suministro fiable de gas nitrógeno es algo imprescindible para las industrias que requieren su uso de forma regular.
¿Por qué instalar un generador de nitrógeno en tu planta industrial?
Los generadores de nitrógeno producen este gas a partir de aire comprimido, lo que permite disponer de un suministro constante a un coste reducido. Se trata de una fuente permanente que requiere un servicio de mantenimiento mínimo y un consumo energético bajo. Además, los generadores de nitrógeno ofrecen mayores ventajas operativas con respecto a los suministros tradicionales en forma de tanques o botellas.
Esta tecnología está disponible las 24 horas, los 7 días a la semana, y supone una reducción de costes considerable, evitando además posibles riesgos en materia de seguridad. De esa forma, el objetivo es la obtención de un suministro continuo y fiable de gas nitrógeno, sin necesidad de contratar los servicios de una empresa suministradora, que a largo plazo resultaría menos beneficioso.
Es la solución idónea para producir la demanda de gas que necesita una instalación determinada. Así, las empresas podrán generar tanto nitrógeno como sea preciso, bajo su completo control, con la pureza requerida y a un coste inferior que el suministrado por un proveedor externo.
Ventajas de un generador de nitrógeno frente a una empresa de suministro
- Inversión rentable. El coste de la generación de nitrógeno es mínimo y mucho más rentable que el obtenido a través de depósitos o botellas de nitrógeno líquido. Además, eliminamos las pérdidas de gas asociadas a bajas presiones o temperatura, y evitamos posibles pérdidas durante el transporte y el vaciado. Asimismo, los costes administrativos y operativos desaparecen.
- Gran ahorro energético y sostenibilidad. Entre las múltiples ventajas de los generadores destacan: optimización del consumo eléctrico, ahorro constante, reducción del impacto medioambiental y mejora de la huella de carbono al no necesitar camiones de reparto.
- Seguridad en las instalaciones. El transporte de nitrógeno debe hacerse en estado líquido, algo muy peligroso ante posibles derrames o fugas. Generando gas nitrógeno propio evitamos este riesgo innecesario. De la misma manera, no existe riesgo de manipulación en botellas de alta presión, produciendo el gas nitrógeno a la presión requerida.
- Funcionamiento óptimo. Cuentan con una vida útil aproximada de 17 años, gracias al carbón molecular de última generación. Estos mecanismos son autónomos y no necesitan ninguna verificación o intervención por parte de personal técnico. Asimismo, están diseñados para ofrecer un funcionamiento continuo, siendo inmunes a la fatiga mecánica.
- Gran adaptabilidad. Cuando se trata de cubrir áreas de difícil acceso, el suministro de nitrógeno líquido o embotellado no es una solución viable ante posible demoras y problemas de seguridad. Generar nitrógeno propio garantiza una demanda constante y poder cambiar su nivel de pureza según el uso que vayamos a hacer de él.
- Nivel de abastecimiento controlado. Al contratar el suministro a terceros es preciso adaptarse a sus horarios, retrasos o escasez. Contar con generadores de nitrógeno elimina los tiempos de espera y cualquier retraso en el pedido. Hay que tener en cuenta que si el nitrógeno se agota, el proceso de producción se detiene, algo que puede suponer pérdidas económicas considerables. Los generadores a prueba de fallos evitarán este tipo de perjuicios por parones de actividad y demás.
- Mantenimiento mínimo. Los generadores de nitrógeno a prueba de fallos pueden durar indefinidamente. El único mantenimiento que precisan es la sustitución de filtros de aire comprimido (una vez al año). Aunque en el caso de ciertos generadores resulta incluso innecesario.
Qué tipo de plantas industriales precisan de un generador de gas
Por sus propiedades particulares, el nitrógeno es utilizado en muchos tipos de industrias, entre las que se encuentran:
- Industria alimentaria. El gas de nitrógeno se aplica en el envasado de alimentos al impedir la oxidación del producto, lo que incrementa su vida útil.
- Industria química. Su uso está relacionado con la conservación de materias primas, almacenaje de ciertos productos, sistemas de inertización o protección contra explosiones e incendios.
- Industria del petróleo y del gas. La inertización con nitrógeno es un método bastante utilizado para eliminar los residuos químicos de tanques y depósitos.
- Industria electrónica. En este caso, el gas se utiliza como protector contra la oxidación o las impurezas en procesos de soldadura y materiales semiconductores.
- Industria metalmecánica. El nitrógeno se emplea en diferentes procesos, ya sea en tratamientos térmicos, extrusión del aluminio y en láseres de dióxido de carbono, entre otros.
- Industria automotriz. Suele emplearse para el llenado de neumáticos, lo que aumenta su durabilidad, reduciendo las necesidades de tratamiento o reciclaje posterior.
Cada vez son más las industrias que demandan nitrógeno en sus procesos de producción, de ahí que la demanda de generadores in situ haya aumentado significativamente.
La mayoría de las veces, contar con suministros propios resulta mucho más favorable por varios motivos: eliminación de costes innecesarios, evitar retrasos y carestías, así como eliminar riesgos de seguridad.
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